Un laberinto de canales e islotes muy parecidos a los Everglades de Florida es el refugio elegido por un hombre que agobiado por su existencia lo abandona todo y adopta la identidad de su hermano criminal en “Todos tenemos un plan“, la primera película que Viggo Mortensen protagonizó en la Argentina que lo vio crecer, y que llega a Estados Unidos seis meses después de su estreno en este país.
“Es una película muy argentina, con giros y formas de ser y el paisaje, pero tiene un valor universal”, dijo a The Associated Press el astro estadounidense, quien pasó su infancia en la nación suramericana mucho antes de estelarizar filmes como “El Señor de los Anillos”, “Promesas del este” o “Una historia violenta”.
“Puede funcionar en cualquier lugar del mundo. El argumento, la situación de los hermanos, se entiende en cualquier parte. Creo que va a funcionar”, añadió en una entrevista telefónica desde el norte de Nueva York, donde se encontraba visitando a sus padres.
“Todos tenemos un plan” es la ópera prima de la directora argentina Ana Piterbarg, realizada bajo Haddock Films, la misma productora de la ganadora del Oscar “El secreto de sus ojos”. El filme se exhibirá el sábado en el Festival Internacional de Cine de Miami previo a su estreno formal en Estados Unidos, en Nueva York y Los Angeles, el 22 de marzo.
Mortensen interpreta los personajes de Agustín y Pedro, un par de hermanos gemelos de personalidades contrapuestas. El primero en apariencia lleva una vida perfecta: es un profesional casado a punto de convertirse en padre. Pero en el fondo detesta esa vida. Enterado de la desaparición de su hermano Pedro, decide robarle la identidad y se escapa al Delta del Tigre, un escenario de islotes y canales de agua dulce ideal como escondite para criminales.
“Agustín nunca va a ser Pedro, pero poco a poco se va acoplando al personaje y al entorno de Pedro. Se va sintiendo más cómodo y tranquilo, encuentra cierta paz. Al final la mentira lo lleva a una verdad”, dijo el actor nacido en Nueva York.
“Todos tenemos un plan” es la cuarta película que Mortensen filma en idioma español, pero la primera en Argentina y con el acento del país sudamericano, donde pasó parte de su infancia hasta los 11 años.
“Poder volver al país de mi crianza y filmar fue lindísimo, me gustó muchísimo. Siempre había querido decir que era parte del cine argentino y lo hice”, sostuvo Mortensen.
El actor disfrutó la experiencia al punto que ya tiene proyectado volver a filmar este año en Argentina una historia que transcurre en el siglo XIX en la Patagonia, en la que dará vida a un militar danés que trabaja para el ejército argentino.
“Va a con su hija y ella se enamora de un soldado argentino y se va. El padre preocupado va en su búsqueda. Voy a hablar danés y español”, adelantó.
Dedicado ahora a la promoción de “Todos tenemos un plan”, que en Estados Unidos se tradujo como “Everybody Has a Plan”, Mortensen confía en que la película tendrá una buena acogida en su país natal. Y cree que el primer paso lo han dado con una “buena traducción de los subtítulos”.
“Es una muy buena la película, no es lo que se suele ver por acá (en Estados Unidos). Es una película sutil”, expresó.
Y añadió: “Para mí hacer de Agustín haciendo de Pedro fue un desafío muy grande. No es lo que se suele ver en el cine. Confío que a la gente le va a gustar. Vale la pena porque es buena”.