En los noventas, Julia era la reina de las comedias románticas, el estudio quería un desenlace feliz para la estrella (awww!) “Estaban muy nerviosos, porque estábamos haciendo una película de Julia Roberts y no podía terminar sola e infeliz”, explicó Hogan.
Al final, todos tienen lo que se merecen, por lo menos en La boda de mi mejor amigo.