A unos días de incursionar en el teatro, la actriz y productora Sandra Echeverría compartió su emoción por protagonizar el montaje Nunca es tarde para aprender francés, de Manolo Caro, en el que interpretará a una mujer cansada del abandono de su marido.
En entrevista, Echeverría aseguró que la preparación ha sido de mucha experimentación, De arriesgarme a hacer algo nuevo y habiendo mucha adrenalina, porque tienes gente enfrente y no te puedes equivocar ni pedir una segunda toma. Aquí hay que seguir el ´show´ aun cuando te equivoques, y eso es un poco fuerte.
A diferencia del cine, en el que todo es mucho más chico, tienes la cámara en frente y los gestos muy pequeños, en teatro tienes que proyectar la voz más fuerte, cosa que me cuesta trabajo porque estoy acostumbrada a tenerla mucho más contenida, además los movimientos son más grandes, todo es más exagerado y fuerte, comentó visiblemente emocionada por su incursión en la puesta que tendrá su estreno el próximo 1 de mayo en el Teatro Rafael Solana.
La actriz, además de detallar el perfil de su personaje, dijo que se trata de una historia muy conmovedora pero en la que te ríes de las circunstancias.
Es como un ´dramedy´ en el que soy la esposa olvidada, la que está harta de que su esposo ya ni le tome la llamada ( ) pero llega un momento en el que quiero separarme de él para tener a alguien que realmente quiera disfrutar y vivir la vida conmigo, compartió.
Bajo este tenor, expuso que, al igual que sus compañeros de reparto (Iván Sanchéz, Leonardo de Lozanne, Mariana Treviño y Cecilia Toussaint), se siente identificada con la historia, toda vez que son parte de un medio muy padre, pero también muy absorbente.