Desde la Luna hasta Nueva York, pasando por algunos planetas, fueron parte de los destinos a donde el DJ holandés Dash Berlin transportó a los asistentes a su concierto en la Arena Ciudad de México, como parte de su gira mundial We are.
Este espectáculo electrónico que culminó la madrugada de este domingo estuvo envuelto de energía y ritmos dance, los cuales además fueron parte del encuentro automovilístico XCeleration 2015.
Luego del espectáculo de apertura del tornamesista mexicano Eduardo Rossell, quien inyectó euforia con mezclas de rolas del momento, las luces de este recinto de Azcapotzalco se apagaron y dieron la bienvenida al anfitrión de la noche.
Con su carisma y su baile, el disc jockey (DJ) puso a sus pies a los siete mil 381 asistentes, de acuerdo con cifras dadas a conocer por elementos de seguridad del inmueble.
Somos el momento, la conexión, libres, los soñadores, Dashers (el grupo de fans del músico) ¿están listos? Somos México, expresó una voz masculina, antes de que apareciera el DJ.
Y con esto, la velocidad de este reventón electrizante aumentó con diferentes éxitos de Berlin, así como temas de su reciente disco, que le da nombre a su tour.
¿Cómo estás, Ciudad de México?, dijo a manera de saludo, quien abrió esta presentación con el remix de la pieza All of me de John Legend.
Enseguida y durante prácticamente 120 minutos Dash Berlin dio rienda suelta al agasajo audiovisual con juegos de luces, disparos de humo, pirotecnia y lluvia de papeles, así como un elemento clave para este show: los diferentes videos que se proyectaron en una amplia pantalla en el fondo del escenario.
México, no los veo ¡alcen sus manos!, ordenó de inmediato Jeffrey Sutorius, nombre real de este músico, quien parecía tener buena condición física, pues sin parecer cansado, bailaba con sus brazos en 90 por ciento de su presentación, además de que subía a una mesa para saludar a todos y exhortarlos a mover la cadera.
¿Están listos para algo nuevo y exclusivo? No los escucho, reiteró después de enfiestar con piezas del productor Calvin Harris, como: Blame, I need your love, Outside y otras que no podían faltar, como Heroes (we could be), de Alesso, y Satisfaction, de Benny Benassi, por mencionar algunas.
De pronto Dash Berlin le hizo un pequeño homenaje a su compañero Armin van Buuren al posar durante algunos segundos como lo suele hacer él, tomando los audífonos y mirando hacia el cielo, durante la rola de su compatriota This is what it feels like.
Cientos de jóvenes no pararon de bailar en este concierto, la mayoría situada en la pista pero otros cuántos en las gradas, mientras que algunos clips de Dash Berlin se asomaban en diversas proyecciones.
Waiting, Somehow, Reload, Here tonight y hasta I want you to know, de Zedd y Selena Gómez, así como Something New de Axwell and Ingrosso sonaron, pero fue con el clásico Till the sky fall down con el que el productor oriundo de Países Bajos dijo adiós a su público, no sin antes mostrar una bandera mexicana con luces leds.
Segundos después se apagaron todas las luces y el público se quedó con la incertidumbre si ya se había terminado el concierto o si volvería a salir el pinchadiscos.
Pero para la sorpresa de algunos lo que sucedió fue que Dash Berlín se bajó del entarimado para dar autógrafos y tomarse selfies, lo cual llenó de éxtasis a sus fanáticos.
Previo a todo esta presentación, el público pudo disfrutar de diferentes actividades relacionadas con los automóviles, como una exhibición y presentaciones de motocross, drifting (derrape) y competencias con obstáculos dentro de las instalaciones.
Además esta cita marcó el inicio de la convocatoria de la plataforma internacional GT Academy, en el cual se buscará que un jugador de videojuegos se convierta en un piloto profesional.