Enanitos Verdes unió a generaciones cuando convocó a una multitud durante el cierre de la edición 15 del Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino, en el Foro Sol de la capital mexicana.
Frente al Unión Indio, uno de los cinco escenarios, había adolescentes, jóvenes y cuarentones que se hermanaron con los sonidos provenientes de los instrumentos de la banda, conformando así un coro monumental que acompañó a varios de sus éxitos.
Al inicio de su presentación, había cientos de personas escuchándolos interpretar Besos violentos y No me dejes caer, pero cuando comenzaba Guitarras blancas, varios metros adelante, decenas de espectadores abandonaron a paso veloz el escenario Indio, donde se había presentado Zoé para conjugarse a la fiesta de los argentinos.
No sé sí ustedes saben, pero nosotros provenimos de Mendoza, Argentina, y esta canción nos remite a toda esa provincia, de cuando veíamos El Chavo del 8, comentó su fundador y vocalista Marciano Cantero para entregar Cordillera.
El Vive Latino cumple 15 años y esta canción cumple 30, explicó a modo de presentación para Aún sigo cantando. Después compartió la reflexiva Eterna soledad y fascinó con El guerrero.
Una canción de amor para todas las chicas de esta noche y con todo respeto, dijo, pero todavía no terminaba de explicarlo cuando al sonar los primeros acordes, el público estallaba de emoción con Luz de día.
Tu cárcel, de Marco Antonio Solís, también se incluyó en el repertorio de los Enanitos Verdes que ahora solicitaban el compás de las palmas de los asistentes para concederle introducción a La muralla verde, su gran clásico.
Con ambiente en tono retro, Marciano invitó a subir al escenario a Jay de la Cueva para que interpretara Lamento boliviano. Para hacer el momento más sublime, solicitó al público encendiera las luces de sus teléfonos móviles.
Después, se tomó un selfie teniendo de fondo a los asistentes, a quienes les pedía mover sus brazos de un lado a otro.