Reviviendo éxitos de bandas como Toto o Mr. Mister y por supuesto Los Beatles, Ringo Starr ofreció un viaje de recuerdos, magia, alegría y entusiasmo junto con la All-Starr Band en un concierto lleno de talento en el Auditorio Nacional.
Con gafas oscuras, saco negro brillante y las manos arriba haciendo señales de paz y amor, Ringo Starr llegó al escenario en donde de inmediato inició una fiesta de rock que puso de pie a los presentes en medio de estrellas coloreadas de azul y el ritmo de instrumentos como la batería y el teclado.
“Buenas noches Ciudad de México“, dijo el músico quien regaló una nutrida carcajada para complementar su saludo con un: “Vamos a divertirnos“, que dio la bienvenida al tema “It don’t come easy“.
Su delgada figura enfundada en unos ajustados pantalones negros bailó al compás de la canción en la que el saxofón lució su sonido como el de cada uno de los instrumentos de los seis músicos que forman su orquesta y que acompañaron al intérprete.
“¿Me pueden escuchar allá?, ¿me pueden oír decir paz y amor?“, preguntó el ex-Beatle, quien obtuvo una respuesta generalizada que recreó sus palabras para luego dar paso a el sonido que llenó la canción “Wings“, que sacudió con los riffs de la guitarra eléctrica mientras una colorida estrella brillante se dejaba ver en la playera de Ringo.
Sin tomar sus asientos ni por un momento, el público celebró el talento del también baterista que previo a interpretar “I saw the light” dio un lugar a sus colegas.
“Como ustedes saben mi nombre es Ringo y esta es la All-Starr Band y cada uno de ellos es una estrella en su área”, afirmó para tomar su lugar en una de las dos baterías dispuestas en el estrado mientras el guitarrista Todd Rundgren cantó.
“Ustedes son privilegiados de presenciar el acto más largo de hacer el amor musicalmente“, dijo con entusiasmo el guitarrista, quien presentó al tecladista Gregg Rolie.
“Ahora algo de Santana, de sus primeros hits“, dijo el tecladista para presentar “Evil ways“, mientras Ringo continuó en la batería y los coros de todos los músicos recrearon el tema musical en el que sin duda destacó la guitarra frenética de Steve Lukather.
“Gracias amigos, es un placer estar de vuelta en el escenario, tocando para ustedes en este hermoso lugar, esa es la razón por la que tocamos rock and roll, estamos con Ringo Starr“, dijo Steve.
El músico pidió los aplausos de la gente para acompañar el tema clásico del rock “Rosanna“, con el que se mantuvo el ambiente festivo en el recinto, el cual lució lleno y plagado de emoción que se materializó con gritos y aplausos en medio de un gran despliegue musical.
Luego de un gran cierre con los instrumentos a su máxima expresión, el turno fue para el bajista Richard Page:
“Hola Ciudad de México, estoy bendecido de estar aquí con gente bonita, en un lugar hermoso y compartiendo espacio con una leyenda“, dijo el músico para deleitar con su voz en “Kyrie”, tema en el que las palmas de la gente se transformaron en un instrumento más que alimentó la gran fiesta que celebró al rock de décadas atrás.
“Ole, olé, olé, olé Ringo, Ringo”, fue el coro que se escuchó entre canciones y previo a las alegres notas de “Bang the drum” en la voz de Todd Rundgren, quien se postró en el centro del escenario con unos tambores y unas baquetas de color rojo con las que animó a la audiencia.
“Gracias Todd, voy a tocar otra canción de una banda con la que estuve: Los Beatles“, dijo Ringo para presentar “Boys“, tema que interpretó mientras tocaba la batería con entusiasmo y de manera sincronizada con el otro baterista, Gregg Bissonette.
“Esta fue una de las primeras canciones que escribí y grabé con Los Beatles, se llama “Don’t pass me by“, exclamó Ringo frente al piano que luego abandonó para tomar el micrófono y situarse en el centro del escenario en donde la alegría se hizo de nuevo presente con los cantos de las nueve mil 500 personas que vivieron el momento.
“Para esta siguiente canción quiero escucharlos cantar, créanme que se la saben”, afirmó Starr mientras globos amarillos eran tomados por la gente que gritó de emoción con los primeros acordes de “Yellow submarine“, emblemático tema de Los Beatles que hizo estallar la euforia en el auditorio.
“¿Se la están pasando bien?, porque aquí el chiste es que todos la pasemos bien y ahora es turno de un momento mágico liderado por Greg”, exclamó Ringo Starr para pasar la batuta al tecladista quien presentó “Black Magic Woman“, tema del segundo disco del guitarrista mexicano Carlos Santana y en el que la complicidad del teclado y la guitarra crearon un momento de gran ritmo en el que Ringo estuvo ausente pero la batería de Gregg Bisonette y el bajo, así como la percusión sonaron con maestría.
“¿Cuál es mi nombre?“, preguntó Ringo luego de presentar a su banda y añadir un: “Los amo” y continuar con “Honey don’t”, canción que recordó los ritmos sesenteros en la voz de Starr, quien bailó con pequeños pasos sin perder su estilo, pero sobre todo manteniendo el ambiente de celebración y armonía.
“You are mine“, fue el tema que llevó al romanticismo y en el que el miembro del icónico Cuarteto de Liverpool se sentó en un cajón de sonidos para regalar suaves toques que complementaron la interpretación en la voz del guitarrista Joe Walsh quien cantó mientras tocaba una guitarra acústica.
Siguiendo el viaje musical por los años setenta y ochenta, la banda ofreció “África“, tema original de la banda Toto, para la cual Ringo volvió a su batería mientras el coro de los músicos volvió a nutrirse con las miles de voces que se alzaron en el Coloso de Reforma que también se dejó seducir por el sonido del clarinete.
Las notas latinas estuvieron de vuelta con temas de Tito Puente, como “Oye como va” que hicieron de los acordes de la guitarra una delicia que se transformó en romanticismo con “Love is the a answer” en la voz del bajista que erizó la piel de los presentes.
“¿Dónde están las chicas? Esta canción es para ustedes“, señaló Starr antes de interpretar “I wanna be your man“, mientras hacía de las suyas en la batería que marcó de nuevo un ambiente de alegría y goce, mientras algunos bailaban tímidamente de pie en su lugar.
La voz de Joe Walsh volvió a sacudir con el desafío de “Broken wings” tema que hiciera famoso Mr. Mister y que ahora tuviera una nueva vida en cada uno de los instrumentos que hicieron del concierto una montaña rusa de emociones.
Los clásicos como “Hold the line” tomaron un nuevo sentido con la maestría de cada uno de los músicos que puso de su parte para darles vida de manera fiel pero con un sello de energía y gran talento.
“Dios mío me la estoy pasando muy bien y los amo, quisiera tomar una fotografía de todos ustedes“, dijo Ringo Starr quien de nuevo hizo suyo el micrófono para cantar “Photograph” mientras se balanceaba de un lado a otro al ritmo de la batería y con el fondo de un virtuoso saxofón.
Luego de Act naturally, Ringo volvió a dirigirse a su audiencia. “Esta es otra canción que yo sé que se saben“, dijo para cantar “With a little help from my friends” que unió las voces en un himno de amistad y cordialidad con cada una de las almas de todas las edades que se dieron cita a esta reunión de talento, alegría y buena energía lidereada por el maestro Ringo Starr, quien se despidió con deseos de amor y paz y agradeció con varios “te amo”, la entrega de su público.