La banda de ska argentina, Los Caligaris ofrecieron una fiesta de ritmo y diversión en el primero de sus dos conciertos en el Pepsi Center donde presentaron su más reciente producción “Circología“, que también da nombre a la gira que los trajo de regreso a esta ciudad.
En punto de las 20:00 horas de este jueves la fiesta de ritmo y diversión inició con la banda “La pegatina” que puso el ambiente con temas como “Heridas de guerra” y “Despierto“.
Luego de que un reloj colocado arriba del escenario marcara los últimos 10 minutos previos a su aparición, a las 21:47 horas el escenario recibió a la banda argentina en medio de adultos, jóvenes y niños que portaban nariz de payaso y que por momentos condenaron la espera con rechiflas pero también con cánticos con el nombre de la agrupación.
Haciendo referencia a un circo a través de la imagen de un cañón que explotó al cumplirse el plazo, los integrantes del conjunto tomaron el escenario para inyectarlo con toda la energía del ska del tour “circología” que arrancó con el tema “todos locos”.
El foro adornado con alrededor de 10 pantallas retumbó con el sonido de las trompetas y la voz del cantante que guió a los presentes por canciones como “Tus besos”, “Entre vos y yo” y “Nadie es perfecto” mientras realizaban piruetas en el estrado.
“Muy buenas noches México, cómo los extrañábamos, tienen ganas de escuchar temas de ‘circología’?, pues bienvenidos”, dijo el líder de la agrupación para continuar con su repertorio lleno de ritmo sin olvidar tomarse una fotografía con su público.
Las pantallas proyectaban chispas cayendo mientras una chica hacía acrobacias en dos telas colgantes mientras sonaba “mejilla izquierda” con todo el despliegue de instrumentos que de coronaba con la batería en un lugar arriba al centro del escenario.
Sin importar la edad y rodeando a los vendedores del lugar, la gente bailaba desenfrenada o incluso corría por el recinto siguiendo las notas de “Luchemos por la causa” o “No estás“, tema en el que los brazos del público se alzaron entre algunos globos y el reclamo de un amor perdido.
En la oscuridad de una pausa se escuchó el grito de “Oe Oe Caligaris“, el cual se interrumpió con el sonido del piano de Valentín, quien portando un sombrero azul brillante entregó un momento acústico y melancólico con “oasis”, acompañado de las voces de los asistentes.
Luego del anuncio de una pausa en la que se dejó escuchar música de Bronco, para dar la bienvenida al Raúl Sencillez quien vestido de blanco y con sombrero habló de matrimonio y pidió un “grito chilango” para adentrarse a la mezcla del ritmo norteño de “sencillez”, agradecer la invitación de Los Caligaris y recrear una ceremonia de casamiento e incluso una noche de bodas con una fanática llamada Melissa.
La fiesta siguió con la gente animada que movía sus manos en el aire en una atmósfera de gran alegría ante la súplica de “Quéreme así“, seguida de “Elefante acústico“, no sin antes presentar a cada uno de los miembros del grupo quienes interactuaron con la audiencia.
La celebración continuó entre telones de terciopelo rojo donde el arte circense siempre estuvo presente generando simpatía y alegría con temas como “razón” y “tyson”, a los que se sumaron intervenciones como “pero no puedo” y “cada vez”, donde el espectáculo estuvo a la orden del día.
Los Caligaris se despidió en medio de la euforia con temas como “kilómetros“, para continuar su gira internacional.