La banda estadounidense Black Veil Brides ofreció un explosivo concierto en Ciudad de México, ante miles de fanáticos, como parte de su The Black Mass Tour.
Durante 90 minutos, el quinteto, liderado por su vocalista Andy Biersack, interpretó 14 temas de su repertorio frente a un público frenético que abarrotó la sala principal del Pepsi Center WTC.
En su mayoría asistieron adolescentes, hombres y mujeres, en cuya vestimenta predominaba el color negro, muchos lucían playeras con el nombre o imágenes del grupo. Algunos traían pintado el rostro con trazos similares a los de los músicos, pues lo importante era disfrutar.
Con media hora de retraso, el show comenzó con los temas Heart fire, I am bulletproof of y Faithless. Para ese momento, los ánimos de los asistentes se mantenían al tope. Cualquier gesto o movimiento de los músicos era celebrado con estruendo.
Desde las gradas, los seguidores de Black Veil Brides coreaban canciones como Wretched & divine o Knives & Pens y no perdían la oportunidad de registrar cada momento a través de sus teléfonos móviles, ya sea en video o en fotografía.
Visiblemente emocionado, Andy Biersack saludó a los presentes. Dijo que para él y para la banda, era un honor visitar México. Acto seguido, continuó ahora con los hits Overture, Shadows die. En ésta última solicitó que todos encendieran las luces de sus teléfonos para crear una energía especial.
Tras limpiarse el sudor con una toalla, el cantante la arrojó al público y, plantado en medio del escenario, se quedó inmóvil para recibir el aplauso de sus fans, a quienes les enseñó la lengua y luego movió su mano en señal de saludo.
Al costado se encontraba el guitarrista Jeremy Jinxx Ferguson, quien además de lucirse con su instrumento, ocupó gran parte del espectáculo para lanzar las plumillas que ya no ocupaba.
A modo de agradecimiento por la cálida respuesta que sus fans les estaban otorgando, ejecutaron los acordes del afamado cántico popular La cucaracha, con lo cual emocionaron aún más y dieron paso a Kickstart my Heart, Last rites y Rebel love song.
Ahora tocaba el turno del baterista Christian Coma, quien ejecutó un solo de su instrumento para luego ser sorprendido por sus compañeros, quienes le regalaron un pastel, pues este martes será su cumpleaños número 30 y quisieron adelantárselo.
Con el apoyo del público, la banda entonó el clásico Happy birthday y el músico saboreó una rebanada del pastel. Después continuó con su ejecución y al final arrojó sus baquetas y sacudió su larga cabellera en los platillos.
Aunque la agrupación pretendía concluir su concierto con Legacy y Fallen angels, ante la solicitud de otra más, Black Veil Brides cerró con sus éxitos Rebel yell y In the end para tomarse una foto final con su público.