Lindsay Lohan pudo haber ido a rehabilitación, pero eso no impide que varios lugares nocturnos de Nueva York confíen en ella para dejarla estar de fiesta en ellos.
Parece que los lugares han decidido que la presencia de Lindsay Lohan solo les trae mala reputación a su establecimiento.
Mientras en Nueva York la evitan, en Londres se escuchó del posible negocio que tenía Lohan con los bares para asistir recibiendo una paga, pues la consideraban un elemento clave para atraer clientes.
¿Algún día la perdonarán por los errores del pasado?