Polonia no extraditará al cineasta ganador del Oscar Roman Polanski a los Estados Unidos. Esta decisión viene casi 40 años después que la fiscalía se negó a impugnar una sentencia judicial en su contra.
Los fiscales en Cracovia, que había pedido la extradición en favor de los Estados unidos, dijeron hoy que encontraron la negativa del tribunal de extradición “correcta” y que no encontran motivos para apelarla.
El abogado de Polanski dijo a The Associated Press que la reacción de Polanski era de “gran alivio” y de “satisfacción” al ver que las irregularidades en el procedimiento de los Estados Unidos han sido expuestas. Polanski habló con su abogado por teléfono desde París, donde vive con su familia.
La decisión de los fiscales cierra el caso en Polonia y significa que Polanski, de 82 años, tiene la libertad de residir y trabajar en Polonia, donde se crió, estudió cine, y en donde se está preparando para hacer una nueva película. Los preparativos para la película se estancaron por la solicitud de extradición que los Estados Unidos hicieron el año pasado.
El director se declaró culpable en 1977 de un cargo por haber mantenido relaciones sexuales ilícitas con una niña de 13 años durante una sesión fotográfica en Los Angeles. De acuerdo con el juez, estuvo encarcelado un mes, pero luego huyó por temor a que el juez lo encarcelara por más tiempo. Los Estados Unidos han estado buscando llevar de regreso a Polanski y ponerlo ante un tribunal.
Un juez en Cracovia dictaminó el mes pasado que la extradición de Polanski es inadmisible, con el argumento de que el juicio de Estados Unidos fue justo y que en el futuro Polanski no enfrentaría un juicio justo allí.