“Clinton the Musical“, una ocurrencia de dos hermanos australianos, debutará en el circuito off-Broadway este mes con una premisa hilarante y dulces recuerdos de los 90.
La obra celebra al primer presidente nacido durante el “baby-boom“, ese al que le gustaban más los calzoncillos que los boxers, tocaba el saxofón en televisión y que lideró un auge económico e hizo que lo impugnaran.
“Lo que hacía que el público estadounidense quisiera a Bill Clinton y lo siga queriendo es que es un ser humano con el que es muy fácil identificarse“, dijo Paul Hodge, autor de la música y las letras y coescritor de la historia. “Era claramente humano y tenía defectos como todo el mundo”.
Los personajes incluyen a Dick Morris, Newt Gingrich, Monica Lewinsky y el procurador que investigó a Clinton, Kenneth Starr, quien canta “A Starr Is Born” y “Sexual Relations“. También incluye un cuerpo de bailarines periodistas y música que te transporta a Celine Dion, Hanson y las Spice Girls.
“Realmente logra desmantelar a Estados Unidos y al mismo tiempo ser edificante“, dijo Dan Knechtges, el director y coreógrafo nominado al premio Tony.
Dos hombres interpretan al 42do presidente: uno como un Clinton íntegro e inteligente, y el otro como uno lujurioso y pícaro (Tom Galantich y Duke Lafoon comparten la tarea). Sólo Hillary puede verlos a ambos.
Esa idea bifurcada la propuso Michael Hodge, el hermano mayor de Paul, un abogado en Australia que coescribió la historia y ahora consulta con su hermano cambios de último minuto vía Skype.
“Nos pareció un buen recurso para resumir a un hombre muy complicado pero también algo que daba mucha cabida al humor y que nos permitía contar la historia que todo el mundo conoce de otro modo“, dijo Paul Hodge, candidato a un doctorado en composición musical en la Universidad de Queensland.