En el 2010 Gordon Willis recibió un Oscar honorífico por su trayectoria, pero antes había sido nominado por su trabajo en la película Zelig, de Woody Allen, y “El Padrino 3”.
Su trabajo tuvo gran relevancia y aportó un imaginario único a las filmaciones en las que trabajó, desde “Manhattan” o la película de suspenso “Todos los Hombres del Presidente” sobre el escándalo de “Watergate”.
En películas de suspenso como “The Parallax View” y “Klute” , por la que Jane Fonda ganó su primer Oscar, la cámara de Willis evocaba un estado onírico que según los críticos elevó las películas al estatus de clásicos.
“Es una pérdida enorme” , dijo Richard Crudo, presidente de la American Society of Cinematographers, a la publicación Deadline. “Era uno de los gigantes que cambió absolutamente la imagen de las películas”, aseguró.
Gordon Willis, originario de Queens en Nueva York, trabajó a menudo con Francis Ford Coppola, director de “El Padrino” y con Woody Allen, con quien hizo ocho películas.