Kim Kardashian está obsesionada con su figura y esta noticia lo confirma. La socialité tiene entre sus planes llevar a su entrenador personal, Gunnar Peterson a su luna de miel.
La razón para llevar a cabo esta descabellada idea es porque Kim no quiere ganar peso durante su estadía en Hawaii, en donde será su luna de miel.
Al parecer, Kardashian tiende a perder su fuerza de voluntad y devora todo lo que se le interponga, por lo que, no quiere perder el trabajó que logró después de su embarazo y así mantener sus curvas durante y después de la boda que se llevará a cabo en mayo.