Todo sucedió después de que la fiesta de cumpleaños de Justin Bieber en Las Vegas terminara y se trasladaran los más cercanos amigos del cantante a una suite privada en el Hotel Caesars Palace.
La suite, propiedad del manager de Justin Bieber, fue el lugar en donde artistas como Kris Jenner, Ashley Benson y David Arquette se reunieron para seguir la fiesta. El problema fue que Arquette llevó demasiados amigos y se quiso apropiar de la fiesta, por lo que Bieber le pidió a su representante Scooter Braun que lo sacara de la fiesta.
El artista reveló que sí le agrada David Arquette, sin embargo él no pertenece a su círculo social más cercano por lo que debía abandonar la fiesta.
A comparación de lo que dijeron muchos medios no hubo golpes ni altercados, simplemente era un invitado no deseado.
El artista de 43 años disfrutó de la fiesta previa en Las Vegas pues es accionista de Omnia, lugar de la celebración.