Para toda la publicidad negativa que ha rondado a Justin Bieber los últimos meses, el ídolo pop canadiense apareció en el Prudential Center de un modo angelical: vestido todo de blanco, con alas a los lados mientras casi 20.000 admiradoras gritaban a todo pulmón.
Las fanáticas aclamaron al cantante de 19 años, que comenzó el concierto del miércoles por la noche con las animadas canciones sazonadas con ritmos electrónicos “All Around the World” y “Take You“. Sin embargo, durante los primeros números, pareció estar doblando y sus pasos de baile, vagos y perezosos, no concordaban con la enérgica de la música.
El cantante multiplatino es parte de un grupo de artistas contemporáneos que tienen una plétora de éxitos, pero que no aún han aprendido a dominar por completo el escenario y conectarse de verdad con un público en vivo.
Bieber actuó sin ganas gran parte de su show; de momentos, incluso pareció aburrido.