Jimmy Kimmel, vivió el nacimiento de su cuarto hijo, William John “Billy” Kimmel, el 21 de abril pasado en Los Ángeles, California.
“Fue un parto fácil. Pujó seis veces y ya estaba afuera. Parecía ser un bebé normal y saludable hasta tres horas después del nacimiento (…)Todo estaba bien. Mi esposa se relajaba en la cama” fue lo comentado por Kimmel en el inicio de lo que sería un emotivo monólogo al inicio del programa que conduce a través de la cadena ABC.
El pequeño no estaba recibiendo suficiente oxígeno en la sangre. La causa debía ser determinada pues podría ser una falla en los pulmones, algo de menor índole, o hasta una afección cardiaca en el peor de los escenarios.
“Le hicieron rayos X y los pulmones estaban bien, lo que significa que su corazón no lo estaba”, continuó Kimmel su relato. “Así que entraron más médicos, enfermeras y equipos. Fue algo aterrador(…) Le hicieron un ecocardiograma y descubrieron que Billy había nacido con… una enfermedad cardíaca, algo llamado Tetralogía de Fallot con Atresia Pulmonar“.
“Pusieron al bebé en una ambulancia y lo llevaron al Hospital de Niños de Los Ángeles. El lunes a la mañana, el Dr. Starnes le abrió el pecho y le arregló uno de los dos defectos del corazón. Entró con el bisturí e hizo una especie de magia que no podría ni siquiera empezar a explicar. Abrió la válvula y la operación fue un éxito. Fueron las tres horas más largas de mi vida“, confesó el famoso conductor de televisión el los Estados Unidos.
Jimmy Kimmel aprovechó para mandar un mensaje a Donald Trump tras su fallido plan de derribar el programa de salud Obamacare: “Nos enseñan a creer que vivimos en el mejor país del mundo. Pero hasta hace algunos años, millones y millones de nosotros no tenían acceso a una cobertura médica. Antes de 2014, si nacías con una enfermedad congénita, como mi hijo, había muchas probabilidades de que nunca pudieras conseguir un seguro por tener una condición preexistente“.