El Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) presentó, a través de su portal Filminlatino, una selección de 10 películas, entre ficciones y documentales, sobre padres, a través de historias conmovedoras pero también duras y perturbadoras.
Una de las cintas es Alamar (2011), de Pedro González Rubio, una entrañable trama que dialoga entre el cine de ficción y el documental para dar vida a la historia de Jorge -un joven de raíces mayas- quien, antes de la despedida, se embarca en un viaje ancestral en compañía de su hijo Natan.
Otra de las películas disponibles en el portal web filminlatino.mx, es Del olvido al no me acuerdo (1999), de Juan Carlos Rulfo, un documental a través del cual, el director busca construir la imagen de su padre: el escritor Juan Rulfo, autor de dos de las novelas más importantes de la literatura nacional.
Por otra parte, El castillo de la pureza (1972), de Arturo Ripstein, basada en una historia real ocurrida en los años 50, narra la historia de un hombre quien se encuentra convencido de que el mundo exterior es dañino para su familia, por lo cual mantiene encerrados a su esposa e hijos durante 18 años en un aparente equilibrio.
Dulce hijo (2015), de Kórnel Mundruczó, es una cinta contemporánea en la que se muestra cómo es que tras varios años en una institución, Rudi regresa a casa con una idea en la mente: descubrir quién es su padre.
La siguiente recomendación es Partes de una familia (2012), de Diego Gutiérrez, cineasta que cuenta la historia de sus padres: Gina y Gonzalo, quienes viven en un mundo que sólo les pertenece a ellos: una formidable casa en un terreno de cuatro mil metros cuadrados junto a la Ciudad de México.
De tal padre, tal hijo (2015), de Hirokazu Koreeda, por otra parte, cuestiona el significado de la paternidad, a través de la historia de Ryota Nonomiya, un hombre exitoso para los negocios y obsesionado con el dinero. Pero su destino cambia al nacer su hijo biológico, quien ha sido cambiado por otro bebé.
De José Buil y Maryse Sistach es la cinta La línea paterna (1995), en la que un descubrimiento despertará el interés de José Buil sobre su historia familiar. Una muestra del valor emotivo y documental del cine.
Retrato de una mujer casada (1982), de Alberto Bojórquez, muestra la vida cotidiana de una joven pareja que enfrenta los retos de una sociedad moderna, donde la mujer tiene nuevas y mayores injerencias en la vida social y el hombre siente amenazada su virilidad. La relación de este padre con su hijo es caótica y violenta.
En esta selección también se incluye Canino (2015), de Yorgos Lanthimos, otro padre de familia atípico, que mantiene a su esposa e hijos en cautiverio en una villa rodeada por una enorme empalizada. Sólo él, puede salir de la casa mientras que los hijos son manipulados en una realidad alternativa que los mantiene aislados por completo de todo contacto con el exterior.
Finalmente, Aurora (2010), de Cristi Puiu, es una película en la que se narra la historia de Viorel, un hombre deprimido por su divorcio y sumido en una crisis de violencia. Él tiene 42 años y ser padre y criminal al mismo tiempo, no parece una tarea sencilla.