Por estos días una de las películas más sonadas es The Wolf of Wall Street (El lobo de Wall Street), misma que logró posicionarse entre las más nominadas a los premios Oscar 2014.
A continuación te compartimos la historia real detrás de esta exitosa cinta:
El verdadero personaje de la cinta fue Jordan Belfot.
Belfot creció en Queens, Nueva York, y se graduó de la American University, ubicada en Washington, DC.
Este hombre llegó al complicado mundo de las finanzas en 1987, y después de tener un comienzo difícil en Wall Street, encontró la forma de salir adelante por su cuenta y se consiguió a un grupo de fracasados a quienes convirtió en expertos en vender bonos.
Tan solo en un año, Jordan creó Stratton Oakmont, una de las agencias de corredores de bolsa más importantes del mundo. No pasó mucho tiempo para que la empresa estuviera en la mira de todos debido a la facilidad con la que ganaban tanto dinero, ya que en su mejor momento llegaron a ganar más de 50 millones de dólares al año. Cabe mencionar que el Lobo de Wall Street y todos sus colegas vendían bonos basura, utilizando todo tipo de técnicas injustas, deshonestas y fraudulentas.
Una de las razones por las que Belfort y su empresa llamaron la atención de todo el mundo, incluyendo la del FBI y la mafia, fue la forma desmedida en la que el Lobo y sus amigos gastaban dinero en lujos innecesarios y muchos excesos: enormes mansiones, yates lujosos, ropa de diseñadores, autos último modelo, prostitutas de todos los tipos, bebidas y grandes cantidades de drogas.
A finales de los años 90, Jordan fue acusado por estafa y lavado de dinero, aunque colaboró con la ley y se le condenó a cuatro años en una prisión federal, pero solo cumplió 22 meses. También se le obligó a devolver más de 100 millones de dólares y actualmente sigue pagando dicha deuda.
Belfort dejó las drogas, pidió perdón a quienes estafó, cambió y decidió comenzar de nuevo, escribió dos libros y al final adoptó una nueva carrera profesional como orador motivacional.