Debido a constantes quejas por fumar marihuana, el dueño del edificio donde Amanda Bynes alquilaba le pidió que se fuera.
Las quejas por parte de los inquilinos del edificio acerca el estilo de vida de la actriz llevó a los dueños del lugar a echar a Bynes de su casa.
Según TMZ, el humo de marihuana provenía del apartamento de Bynes. Mañana, tarde y noche, declaró una fuente reclamando que esto sucedía constantemente, incluso, la veían fumando en los pasillo del lugar.
Ante el ultimátum de los dueños del edificio, la cantante decidió mudarse para evitar una orden de desalojo.