En uno de esos casos raros en los que uno de los diálogos más famosos de una película determina su franquicia, Terminator, y el hombre que originó su máquina de acero, Arnold Schwarzenegger, están de regreso con “Terminator: Genisys“.
Con cuatro películas (dos geniales y dos cuestionables), más de 1.000 millones de dólares recaudados y una mitología de viajes por el tiempo, “Terminator: Genisys” toma elementos de la cinta original de James Cameron de 1984 y los cambia un poco para crear una trama totalmente nueva.
Adelantándose a un verano lleno de franquicias megapopulares, incluyendo la continuación de “The Avengers” y “Jurassic Park”, Paramount Pictures mostró recientemente unos minutos llenos de acción de “Terminator: Genisys“.
La película comienza en un punto conocido de la historia, 2029, el año cuando la guerra contra el sistema de inteligencia artificial Skynet está en su punto álgido. El líder de la resistencia John Connor (Jason Clarke) vuelve a enviar al soldado Kyle Reese (Jai Courtney) a 1984 para salvar a su madre Sarah Connor (Emilia Clarke), y evitar que sea asesinada por un Terminator. Pero en esta ocasión las cosas son diferentes Sarah tiene su propio protector, un viejo Terminator que la ha criado desde niña.
En general, “Terminator: Genisys” se ha mantenido confidencial, pero el director Alan Taylor (“Thor: The Dark World”) ha dicho muchas veces que, en el fondo, la película es sobre la relación del hombre con la tecnología en la era moderna. En el 2015, esa idea ha evolucionado de cuando James Cameron presentó por primera vez al T-800 hace 31 años.