Lady Gaga celebró su 28vo cumpleaños con un concierto de corta duración pero lleno de energía en el Roseland Ballroom, en la primera de sus siete presentaciones en este escenario que cerrará en abril.
Gaga actuó durante una hora el viernes en la noche frente a una animada multitud. La artista comenzó con una versión lenta en piano del tema “Born This Way” y el público le hizo segunda. Siguió con sus clásicos del pasado “Monster” y “Bad Romance”. Después cantó y bailó a un lado del escenario con un leotardo rojo ajustado.
“Muchas gracias por pasar conmigo mi cumpleaños“, gritó la artista al auditorio, entre el que se contaba su novio el actor Taylor Kinney y el vocalista de Fun, Nate Ruess.
Gaga mostró su gran forma ya que cantó casi una decena de sus temas, incluidos “Just Dance“, una versión acústica de “Poker Face” y su éxito reciente “Applause“.
La principal sorpresa del concierto: fue muy corto. Cuando Gaga terminó su actuación, sus admiradores esperaban que saliera de nuevo al escenario, pero ya no lo hizo.
La artista interpretó algunos temas de su más reciente álbum Artpop, que no ha logrado alcanzar el nivel de éxito de sus otros discos. Sin embargo, en el escenario, Lady Gaga no mostró señales de declive.
Gaga cerró con su nuevo sencillo, “G.U.Y.”, en el que lució un conjunto blanco, la sexta vestimenta que utilizó durante la noche.
“Gracias por convertir este en mi mejor cumpleaños“, apuntó.
La ganadora del Grammy no causó revuelo en este concierto en comparación con el que dio este mes en el festival South by Southwest, en el que una artista vomitó pintura sobre ella.