Orgulloso Pepe Aguilar presentó a la tercera generación de los Aguilar, en su concierto en el Auditorio Nacional, mismo en que le fue entregado un reconocimiento por las altas ventas de su actual álbum “Lástima que sean ajenas“.
Luego de seis años de no pisar el Coloso de Reforma, Pepe Aguilar volvió brillar en este escenario, donde no solo dejó un grato sabor de boca en los asistentes, sino que hizo la fiel promesa de regresar pronto a la ciudad: “Soy un tonto por haber dejado pasar tanto tiempo, pero ya estamos aquí”.
Una y otra vez, el intérprete se lamentó la larga ausencia, sin embargo para su público solo bastó su sola presencia en el escenario para compartir con él, las casi tres horas de concierto, donde lo mismo canto balada, que acompañado del mariachi o la banda.
Aplausos y ovaciones fueron insuficientes para demostrarle al charro el gran cariño de su público, aunque él se dejó llevar por la emoción y no dudo regalarles algunas toallas con las que se limpia el sudor, que el público atesoró, al igual que los apretones de mano.
“100 por ciento mexicano”, “Por una mujer bonita”, “Me vas a extrañar”, “Recuérdame bonito”, “Perdóname”, “Chaparrita consentida“, fueron parte del repertorio de Pepe Aguilar, quien comento: “Encantado de estar con ustedes este día de difuntos, de las calacas, esta noche que también va ser muy romántica. Además debo decir, que como extrañe mucho este escenario, vengó dispuesto a estar hasta como las tres de la mañana”.
Pero sin duda el momento más emotivo y que el mismo Pepe deseaba compartir, fue la presentación de Leonardo y Angela, sus hijos, quienes dieron muestra de que por sus venas corre el talento Aguilar heredado de sus abuelos y por su puesto de su progenitor, quien discretamente se los encargo a su público.