Con un lleno total, el cantautor argentino Fito Páez conquistó El Plaza Condesa, donde deleito por dos horas al público mexicano que se emocionó con sus éxitos.
A quince minutos de la hora establecida para comenzar el concierto, los gritos explosivos de “Fito, Fito” llamaban al escenario al cantautor que el domingo pasado hizo temblar el Foro Sol con su presentación en la edición 15 del Vive Latino.
Poco después de las 21:00 horas, el cantante apareció en el escenario portando un saco brillante tornasol y acompañado de cuatro músicos, con quienes entonó “Yo te amo“, tema que causo euforia y múltiples aplausos por los asistentes.
“Yo te amo México“, dijo el también cineasta para saludar al público y después continuar con el estilo de su rock al interpretar “Margarita“, ahora frente un piano en el centro del escenario.
En medio de una atmósfera de luces moradas y sonido que rebotaba en el pecho de cada uno de los asistentes, Páez, con sus icónicos lentes ahora obscuros, regresó a su disco “Circo Beat” para cantar “El jardín donde vuelan los mares“.
Las voces de los asistentes se alzaron ante la incitación del artista, quien se movió por todo el escenario durante el coro de “11 y 6” para generar un momento de complicidad entre coordinados aplausos y ligeros bailes, que culminaron con euforia.
La música frenética hizo temblar el auditorio con “El chico de la tapa“, un tema que hizo lucir al compositor acompañado de las guitarras y la batería, continuó al ritmo de “Llueve sobre mojado“.
Con una anécdota sobre la composición de la canción “Tumbas de la gloria“, dio inicio un coro que siguió la voz del artista y enmudeció para dar paso al emotivo espectáculo de dos mil personas cantando con una sonrisa.
“Varios estrenos hoy. Esta canción se la escribí a una que se fue, siempre se van“, contó frente a su piano al momento de presentar “Tu everest” y seguir con “Naturaleza sangre“.
“Hoy es un día muy especial porque ya es 2 de abril (sic) y se conmemora el inicio de la guerra de las Malvinas contra Inglaterra, que dejó muchos muertos y tragedias“, explicó el músico para posarse frente a su piano e interpretar “La canción del soldado” en homenaje a su colega Charly García.
El homenaje se convirtió en romanticismo cuando explotó con “Te vi“, canción que arrancó voces y aplausos de melancolía con tan solo la guía de un Fito ya sin saco.
La fuerza de los instrumentos volvió con la paranoia de “Cadáver exquisito” y el hechizo de “La rueda mágica”, temas que evitar dejar caer el ambiente ante el impacto de la locura con el clásico “Circo beat”.
Brillante sobre el mic” pudo escucharse mientras los celulares se alzaron para crear una danza de luces, que sirvió como antesala al emblemático “Al otro lado del camino“, tema que se cantó como un himno consolidado.
Después de rebeldes y potentes canciones como “Polaroid de la locura ordinaria“, “Ciudad de pobres corazones” y “A rodar“, que dejaron sin camisa al cantautor y varios asistentes.
El adiós no se hizo esperar al dejar un escenario vacío y al público emocionado y pidiendo más, ante el “buenas noches México, ha sido una noche preciosa”.
Luego de más de un minuto de gritos y chiflidos para que el cantautor argentino volviera al escenario, sonó “El amor después del amor” y después seguir el deleite musical con “Dar es dar” y terminar la euforia de dos horas de concierto con “Mariposa tecnicolor”.