La ceremonia de los Oscar podría ser la noche de la consagración del cine mexicano con tres de sus coterráneos nominados a tres de los grandes galardones: mejor director, mejor cinematografía y, técnicamente, mejor actuación de reparto.
Excepto que algunos en México no creen que estas nominaciones sean un logro mexicano.
Fuera de los lánguidos gritos de “¡Viva México!” de políticos y celebridades por la nominación de Alfonso Cuarón al mejor director por la película “Gravity”, algunos creen que este éxito taquillero no debe considerarse un logro del país azteca porque fue dirigido por un hombre absorbido por la industria de Hollywood desde hace muchos años y no un orgulloso hijo del cine mexicano, que hace años tuvo su época de oro y que hoy lucha por la supervivencia.
“Decir que Gravity es mexicana es como decir que “Rosemary’s Baby” es polaca”, dijo el cineasta mexicano Arturo Ripstein refiriéndose a la obra maestra del polaco Roman Polanski.
En un discurso cuando le concedieron la Medalla Bellas Artes a principios de esta semana, Ripstein exhortó a productores y directores de cine del país a defender las películas que retraten la cultura y la realidad mexicana, en lugar de sentirse orgullosos del éxito que tienen quienes dejan el país y se van a trabajar en otro idioma.
Lo mismo puede decirse de los otros dos candidatos mexicanos a los Oscar cuya ceremonia se celebra el domingo: el director de fotografía Emmanuel Lubezki quien, incluyendo su nominación por “Gravity”, tiene seis nominaciones de la Academia por películas cuyas temáticas no versan sobre la cultura o la realidad mexicana y no están hechas en español. Y Lupita Nyong’o, la nueva sensación de Hollywood por su actuación de reparto en la película “12 Years a Slave”, que nació en la Ciudad de México pero que fue llevada a Kenia por sus padres antes de cumplir un año.
La búsqueda de lo auténticamente mexicano en los Oscar se ha centrado principalmente en Cuarón, director de la película que cuenta la odisea de unos astronautas perdidos en el espacio y merecedora de elogios de la crítica del cine de ciencia ficción por sus extraordinarios efectos especiales.
Antes de “Gravity”, Cuarón dirigió otras películas consideradas éxitos de la llamada meca del cine, como “La princesita”, “Children of Men” y “Harry Potter y el prisionero de Azkabán”.
“Gravity” es, de hecho, un ejemplo de lo global que se ha vuelto la industria cinematográfica. Buena parte de este éxito de “Hollywood” se filmó en Londres y Cuarón ganó el premio a mejor dirección de una película británica.
Su último filme en español fue ” Y tu mamá también”, de 2001, que lanzó al estrellato a los actores Diego Luna y Gael García Bernal.
Medios mexicanos reportaron que Cuarón se enemistó con una profesora de la prestigiosa Universidad Nacional Autónoma de México, donde estudiaba cine, por hacer una película en inglés.
“Hay que estar muy orgullosos de un hombre que salió del sistema educativo mexicano, con los maestros del cine mexicano, que es hijo del cine mexicano”, dijo León Krauze, presentador de noticias de Univisión y comentarista y entrevistador de celebridades hispanas de Fusión, el canal en inglés para hispanos gestionado por la cadena estadounidense ABC y Univisión. “Se volvió un mexicano universal”.
Él sería el primer director mexicano, y latinoamericano, en ganar un Oscar a mejor director de una película no extranjera.
The Associated Press solicitó en varias ocasiones una entrevista con Cuarón pero el director no estuvo disponible para la charla.
Después de ser nominado al premio de mejor director, en la prensa mexicana comenzó a circular una foto de su credencial de estudiante universitario como prueba de sus orígenes mexicanos, aunque una semblanza periodística reveló que no había terminado sus estudios.
Funcionarios de la universidad dijeron que no podían revelar las razones que lo llevaron a abandonar la universidad en los años 1980.
Después de trabajar en televisión y en la comedia mexicana “Sólo con tu Pareja” (1991), Cuarón se fue a Hollywood, donde debutó como director de la película “A Little Princess” en 1995. Por ese filme Lubezki ganó una nominación a la mejor cinematografía.
“Children of Men”, de 2006 y protagonizada por Clive Owen y Julianne Moore, tuvo tres nominaciones al Oscar por mejor guion, mejor montaje para Cuarón y mejor cinematografía para Lubezki.
Algunos lo elogian por abordar temas que no tienen que ver con narcotráfico, policías corruptos o los inmigrantes.
“Ha hecho una carrera muy interesante en Hollywood”, dijo Ernesto Diezmartínez, crítico de cine del diario Reforma. “Merece el Oscar”.
Cuarón declaró a Reforma que los mexicanos deberían apreciar a los cineastas de su país que abordan temas nacionales como Amat Escalante, cuyo filme “Heli” fue postulado a mejor película extranjera pero que no obtuvo la nominación al Oscar. El filme hace un retrato de una familia sacudida por la violencia del narco.
El famoso director no esconde sus raíces mexicanas. De hecho, se burla de sí mismo por su acento cuando habla inglés. Dice que cuando filmaba “Gravity”, Sandra Bullock pensaba que la quería contagiar con “herpes” cuando le decía en inglés “ear piece”.
Cuando ganó el Globo de Oro a mejor director, a Cuarón se le salió una frase muy mexicana: “¡Ay, güey!”.
La frase ocupó los titulares de la prensa mexicana al día siguiente.