Una segunda prueba forense realizada en Reino Unido determinó que Amy Winehouse murió por exceso de alcohol pues tenía en su organismo cinco veces el límite permitido para conducir.
Según Notimex, la juez forense Shirley Radcliffe señaló que la artista, que llevaba tres semanas sin beber, “murió como resultado de la toxicidad del alcohol que consumió voluntariamente, un acto deliberado que tuvo un giro inesperado y la llevó a la muerte”. La segunda investigación judicial tuvo lugar en Saint Pancras, Londres.
La primera autopsia realizada en 2011 no reveló con claridad las causas del deceso de Winehouse y en esta ocasión la juez forense, Suzanne Greenway, estableció que la artista murió de manera accidental por la gran cantidad de alcohol que ingirió luego de un periodo de aproximadamente tres semanas de abstinencia.
Amy Winehouse tuvo en los últimos años éxito gracias al talento que la caracterizaba, su segundo álbum “Back to Black” se convirtió en el más vendido del siglo XXI en su país además de las 15 millones de copias alrededor del mundo que sus fans adquirieron.