En su segundo encuentro con Gabriel García Márquez, Celso Piña se armó de valor y le pidió a su ídolo que plasmara su firma en un viejo ejemplar de “Cien años de soledad”, que se volvió un objeto tan preciado para el músico, que ahora lo tiene en su sala junto con algunos de sus acordeones más queridos.
Como muestra del cariño y la admiración que Piña siente por Gabo como le llamaban sus amigos y lectores al Premio Nobel de Literatura colombiano el músico incluyó la canción “Reyna de cumbias” en su nuevo álbum “Acá presente compa”, con la que quiso rendir un homenaje póstumo al hombre que lo inspiró por su sencillez e indiscutible talento.