El fiscal se dirigió al jurado y dijo: Bill Cosby no es un mentor, es un depredador sexual. Con esas palabras fulminantes comenzó ayer el juicio contra el comediante estadounidense, quien llegó temprano al tribunal donde se dirimen las acusaciones de abuso sexual.
Cosby apareció del brazo de un asistente y la actriz Keisha Knight Pulliam, que interpretaba a su hija Rudy en su éxito televisivo The Cosby Show.
El juicio que arrancó ayer en Pennsylvania, Estados Unidos, tras meses de retraso por la agenda de su abogado se remonta a enero de 2004, cuando presuntamente Cosby administró unas pastillas a una empleada de Ia Universidad Temple llamada Andrea Constand y después abusó de ella.
La fiscalía acusa a comediante de triple acoso sexual agravado: primero, por la administración de pastillas; segundo, porque Constand quedó supuestamente inconsciente y tercero, porque las relaciones sexuales se mantuvieron al parecer sin consentimiento de la mujer.
En el juicio rindió testimonio una mujer llamada Kelly Johnson, antigua empleada de la agencia de talento artístico William Morris Agency en Los Ángeles. Previamente, la corte la identificó solamente como “Kacey”, pero ella atestiguó abiertamente bajo una ley de Pennsylvania que permite a alguien con una demanda de agresión sexual que nunca fue procesado para testificar contra su presunto agresor en otros casos.
Johnson afirmó que Cosby la había asaltado sexualmente después de alentarla a tomar una droga que la incapacitó en un hotel de Bel Air en 1996.
Recordó a Cosby dándole una “gran píldora blanca” y diciendo: “¿Alguna vez haría algo para hacerte daño? Confía en mí, sólo te ayudará a relajarte.
Tomó la píldora, declaró, lo que la hizo sentir como si estuviera “bajo el agua” y la hizo acostarse en un sofá.
Contuvo las lágrimas, declaró que se había acercado a una cama junto a Cosby. La falda de su vestido había sido levantada y la parte superior abatida, afirmó, exponiendo sus pechos. Podía ver una botella de loción en una mesita de noche junto a la cama, dijo, y Cosby tomó su mano y la colocó en su pene.
El abogado de Cosby, al presentar su argumento inicial ayer, acusa a la mujer de “inventarse” el asalto sexual. “Como prueba de ello hay 53 llamadas que le hizo al señor Cosby después del incidente, lo que demuestra que no fue atacada por Cosby“.
Según The Washington Post, el actor y comediante se enfrenta a una pena máxima de 20 años de cárcel. Debido a su avanzada edad (79 años) y a que el caso se remonta a hace 13 y, por tanto, los hechos casi han prescrito, el tribunal podría dictar una sentencia menor. EI juicio durará tres semanas.