Beyoncé tuvo algunos problemas con su vestuario en una aduana europea.
La razón fue que, algunas prendas estaban hechas de pieles de animales.
Una de las piezas que más dio problemas fue un vestido de piel de serpiente.
La piel de la serpiente que fue utilizada, está en peligro de extinción en Europa y Asia, por lo que las autoridades tienen el poder de confiscarlas e imponer un castigo.
El diseñador Rubin Singer, encargado de crear las piezas, está siendo buscado por el equipo de Beyoncé para que enfrente la justicia.