La cantante Belinda teme por su seguridad cuando se encuentra en México; y debido a esto, ha decidido tomar medidas drásticas a favor de su seguridad como estrella pública.
A pesar de tener guardaespaldas, la chica se sometió a una pequeña operación para instalarse un dispositivo de rastreo en el cuerpo para evitar ser secuestrada, un tipo de GPS humano.
Se trata de un dispositivo electrónico del tamaño de un grano de arroz, pero de forma cuadrada, el cual se injerta en una capa profunda de la piel, en zonas estratégicas como las axilas o las ingles, que emite una señal satelital, misma que es rastreada por una compañía de seguridad privada para que, en caso de rapto, se sepa con precisión hacia dónde se la llevaron.
¡Qué locura! ¿Verdad?