El cineasta y actor mexicano Alfonso Arau, director de películas como “El águila descalza” y “Como agua para chocolate“, por las que recibió diversos galardones, llegará este domingo a los 83 años de vida disfrutando del reconocimiento del público.
Arau recibió un homenaje en fecha reciente en el Festival Internacional de Cine Fantástico, Terror y SCI-FI (Feratum), que tuvo lugar en Tlalpujahua, Michoacán, donde también se reconoció el trabajo de los cineastas Mick Garris y Juan Mora.
Igualmente fue invitado a asistir al Festival Internacional de Cine de Guadalajara en Los Ángeles. En ese encuentro el cineasta dijo estar orgulloso de lo que ha hecho el cine mexicano en los últimos años y que ha logrado trascender a nivel internacional.
También anunció que por el momento se asentará en Estados Unidos por tiempo indefinido.
Alfonso Arau Incháustegui nació el 11 de enero de 1932 en la Ciudad de México. A los 17 años abandonó la carrera de Medicina para dedicarse a la danza, lo cual hizo con mucho ahínco, ya que cuatro años después formó parte de una compañía de ballet clásico y posteriormente una de danza moderna.
En 1953 actuó al lado del comediante y actor Sergio Corona. Posteriormente y al final de una gira por América Latina, se quedó en Cuba en donde fundó el Teatro Musical de La Habana.
Volvió a México en 1964 e inició su carrera cinematográfica con “En este pueblo no hay ladrones”.
Debutó dos años después, en 1966, en teatro con la obra “Paren al mundo, que quiero bajarme”, además escribió y actuó en “Locuras felices”, que más tarde se presentó en Francia, Inglaterra, Canadá y Estados Unidos.
En 1969 dirigió la sátira fílmica “El águila descalza”, por la que obtuvo en 1971 la Diosa de Plata, un Ariel de Oro y otro de Plata, así como El Heraldo. En 1973 produjo “Calzonzin inspector”, basada en “El inspector”, de Gogol, y en “Los supermachos”, de Rius.
Actuó también en las películas “Caras nuevas” (1956), “Pedro Páramo” (1967), “Operación carambola” (1968), “Paraíso” (1970), “El topo” (1970) y “Tívoli” (1974). Con “Mojado power” (1979) ganó los festivales de Biarritz, Francia, y Huelva, España.
Su filme “Como agua para chocolate” (1992), basado en la novela de Laura Esquivel, quien fuera su esposa, le abrió las puertas en Hollywood.