Flaco y elegante, como de costumbre, el prolífico cantautor veracruzano Agustín Lara “revivió” en Buenos Aires gracias a un espectáculo de la compañía Los Amados, que celebra sus 25 años recreando con éxito un tradicional y popular repertorio mexicano.
La cita para ver el “show” “Acuérdate de Agustín Lara” fue en la Sala Siranush, un acogedor centro de espectáculos ubicado en el barrio de Palermo, en donde se puede cenar, brindar y hasta bailar, porque la propuesta de Los Amados es integral y con diversión garantizada.
El protagonista es Alejandro Viola, director de la compañía, mejor conocido como “El Chino” Amado, quien, al son de “María Bonita” y acompañado por cuatro mariachis, apareció en un escenario que lució, en un estilo kitsch, un mural de alcatraces, la Bandera de México y varios cactus de cartón.
“Soy ridículamente cursi, me gusta serlo”, dijo con abundante copete falso y una exagerada intención seductora que termina siendo graciosa, para luego presentar a “Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino”.
La mayoría del público se rió, sin saber que, efectivamente, ese fue el verdadero nombre del poeta que, continuó “El Chino”, fue conocido como “El Flaco de Oro” en México, y Agustín Lara en el mundo.
En ese momento destapó una figura colocada arriba de un piano y apareció un Lara de rostro serio y tamaño natural, traje negro, cabello entrecano, y con su inseparable cigarro en la mano izquierda.
Así, como un guardián, permaneció en el escenario uno de los cantautores más importantes de la historia musical mexicana, durante las más de dos horas en las que “El Chino”, con estridente traje con estampado selvático de por medio, interpretó clásicos como “Limosna”, “Granada” y “Noche de ronda”.
El espectáculo convoca a la sonrisa permanente, como cuando Viola presentó a su banda de músicos que incluyen, falsamente, por supuesto, a un guitarrista peruano, un trompetista guatemalteco, un percusionista salvadoreño, un maraquero cubano y dos mellizas chilenas.
A cargo del piano y el acordeón apareció “Aroma”, desopilante personaje compuesto por la actriz Carolina Alberde, a quien más tarde se sumó “Soberbia”, interpretada por la cantante invitada Dolores Ocampo.
Con su tocado de chiles rojos en la cabeza y su vestido de toallones playeros, “Soberbia” fue presentada como “La Señora Tentación” y presumió la calidad de su voz cuando interpretó a dueto con “El Chino” otros clásicos como “Lágrimas de sangre”, “La cumbancha” y “Piensa en mí”.
Como es usual en Los Amados, se invitó a bailar al público, que de inmediato colmó la pista para después ir a un intermedio del que “El Chino” y “Soberbia” volvieron vestidos de gala, él con un traje blanco de mariachi adornado con flores rojas, y ella con un original vestido de alcatraces.
Después de jugar un rato con el público, pidiendo a los hombres presentes que les dijeran frases de amor a sus parejas o haciendo un sorteo de chocolates, el “show” culminó con “Camagüey”, “Amor de mis amores” y “Azul”, así como un alegre baile colectivo.