Acompañados sólo por guitarras acústicas los mexicanos Rodrigo Sanchez y Gabriela Quintero amalgaman toda una serie de influencias para crear un sonido que pudo ser soñado por el mismo Andrés Segovia, de haber vivido para escuchar a Santana y a Metallica.
En “9 Dead Alive“, el primer álbum que entregan Rodrigo y Gabriela en cinco años, el dúo regresa a la energía cruda y feroz que les valió ser aclamados mundialmente después de haber comenzado su carrera como músicos callejeros en Europa. Solos con sus guitarras, el par crea un todo enorme.
Las nueve piezas instrumentales del disco rinden homenaje a hombres y mujeres ilustres como Fiodor Dostoyevski y la abolicionista Harriet Tubman, así como a los animales y la naturaleza en “Torito”. En la primera canción “The Soundmaker”, agradecen al maestro de la guitarra Antonio de Torres Jurado con una pieza hermosa en el nivel técnico que alcanzan cuando Rodrigo tiene una descarga furiosa y Gabriela toca, literalmente, como instrumento de percusión. “Megalópolis” su pieza dedicada a la poeta chilena Gabriela Mistral, lleva la frágil melodía de Rodrigo por el ritmo melancólico de Gabriela.
El álbum producido por los artistas y grabado en el estudio que tienen en el Pacífico Mexicano les dio espacio para mantener intacta su expresión musical. Con las mezclas del aclamado ingeniero de rock Andrew Scheps lograron el tratamiento perfecto, diestramente acotado, para permitir que la magia de Rodrigo y Gabriela floreciera por sí misma.