Si la francesa Alizé Cornet ya era una de las favoritas para llevarse el Abierto Monterrey, su convivencia con su compatriota André-Pierre Gignac le inyectó una fuerte dosis de ánimo para enfrentar el torneo.
El sábado la atleta asistió al Estadio Universitario para presenciar el partido entre Tigres y León gracias a una invitación que le hizo el número 10 auriazul.
Tras el partido, Gignac le regaló su jersey a Cornet y después la invitó a cenar junto a su familia, hecho que recordó hoy después de ganar su encuentro de segunda ronda ante Donna Vekic.
Fue una sopresa para mí porque una persona de la organización me dijo que Gignac me quería invitar a su partido, y dije ‘sí, claro, vamos’. Tuve la oportunidad de conocerlo y tomarnos una foto, me dio su camisa y luego me dijo ‘vente conmigo, vamos a cenar a un restaurante y luego vamos a mi casa para que conozcas a mi familia’. Fueron muy amables, como si fuéramos familia. Creo que estuvo contento de ver a gente francesa también. Fue un muy buen recuerdo de aquí que me llevo conmigo.
Tanto fue el agrado de Alizé con André-Pierre, que a la tenista le gustaría que ahora sea el futbolista quien la haga de espectador viendo su juego.
“Siempre he tenido buenos recuerdos en Acapulco y aquí, la gente me apoya mucho se siente muy bonito, voy a tratar de llegar hasta el final y asi Gignac puede venir a verme jugar en la final, esa es mi meta.