La española Garbiñe Muguruza ha mantenido el nivel mostrado desde sus primeras apariciones este año en el All England Club para poder vencer a la eslovaca Magdalena Rybarikova con parciales de 6-1 y 6-1 en apenas 64 minutos y así cerrar su pase a la final de Wimbledon por segunda ocasión en su carrera.
Apenas disputará su tercera final de Grand Slam, siendo subcampeona en el 2015 en territorio inglés y ganadora del Roland Garros en el 2016, Garbiñe se enfrentará a la ganadora del encuentro entre la estadounidense Venus Williams y la local Johanna Konta.
Con su victoria obtenida este jueves, Muguruza se ha colocado en el número ocho del ránking mundial de la ATP, este mismo será publicado el próximo lunes, aunque en caso de ganar el torneo, podría ascender hasta la cuarta posición.
Garbiñe saltó a la cancha central con un vendaje en el muslo izquierdo, aunque lejos de mostrar problemas físicos, realizó un partido lleno de agresividad, demostrando que ante la potencia que le impregnaba a cada uno de los golpes, el tenis de Rybarikova, la primera eslovaca en alcanzar semifinales de Wimbledon, poco podía hacer.
En dos “asaltos” vino la victoria para la española, teniendo en los dos sets la valía de haber ganado cinco juegos de manera consecutiva.
La confianza de Muguruza, la cual tiene hambre de ganar el torneo que se le fue de las manos hace dos años, chocó de manera contundente ante la actuación dubitativa que mostró la eslovaca, quien no salió convencida en obtener la victoria a la cancha central, lo que llevó a la postre a su eventual eliminación del certamen.
Conchita Martínez, única española que ha podido ganar Wimbledon en la historia (1994) y entrenadora de Garbiñe, se encontraba en el palco observando de manera tranquila como es que Muguruza se colaba en la gran final del torneo sobre césped.
“He jugado muy bien, ella es difícil y ha hecho un gran torneo. Yo me he mostrado con mucha confianza. Estar en estas situaciones ayuda a manejar mejor las situaciones“, dijo la primera finalista.