Si eres intolerante a la lactosa, el yoghurt es una gran solución.
Desde hace unos años están de moda los alimentos y bebidas libres de leche de vaca, por la posibilidad de padecer de intolerancia a la lactosa. Pero, ¿sabías que quizás has vivido engañada toda tu vida pensando que padeces de esa deficiencia y en realidad no es así?
El especialista en el tema, Dennis Savaiano de la facultad de medicina de la Universidad de Purdue, EEUU, aclaró todas nuestras dudas al respecto, durante un simposio efectuado en el Instituto Danone de México.
¿Conocías que del 70 a 75% de la población a nivel mundial pueden sufrir mala digestión por ingesta de lactosa? Sin embargo, ¿sabías que sólo del 2 al 3% de la población mundial es en realidad intolerante a la lactosa?
Así como lo lees. Que un producto lácteo te caiga mal NO quiere decir que presentes esa falla orgánica, y en realidad deberías, para comprobarlo, probar otro lácteo; como puede ser el yoghurt natural.
El problema radica en que la mayoría de las personas que han sufrido una mala experiencia con algún lácteo, inmediatamente se autodiagnostican y dan por hecho que son intolerantes a ellos.
De acuerdo con Savaiano, eliminar todo lácteo de nuestra alimentación no es algo recomendable: múltiples estudios han demostrado que la falta de lactosa en nuestro organismo incrementa el riesgo de fracturas.
La forma más segura de saber si eres intolerante a la lactosa, es a través de una prueba que determine la presencia o ausencia de la enzima encargada de metabolizar a la también conocida como “azúcar de la leche”.
Únicamente la prueba te dirá si eres realmente parte de ese 3% de la población mundial que padece este mal, o que tu problema solo radica en mal digerir algunos lácteos… NO todos.
Esto significa que NO tienes que eliminar TODOS los derivados de la leche de tu dieta, y que debes ingerir aquellos que te hacen bien.
¡SÍ existe una solución!
Algunos lácteos son mejor tolerados que otros por personas propensas a las malas digestiones al respecto. El yoghurt, por ejemplo, es la mejor opción para las personas sensibles a estos productos.
Y es que, debido a su proceso de fermentación, contiene menor cantidad de lactosa que la leche de vaca.
Si eres una persona con malas digestiones provocadas por algunos productos que contengan lactosa (como el 75% de la población en el mundo), te invitamos a que consumas yoghurt diariamente, pues mejorará tu capacidad de metabolizar adecuadamente los derivados de ésta.
Además del yoghurt, puedes consumir lácteos bajos en lactosa, como el queso tipo petit suisse, crema y cottage. ¿Genial, no?