Seguramente alguna vez has escuchado el término ‘chavorruco’, comúnmente utilizado para catalogar a las personas en edad madura que actúan como jóvenes; aquellos que se han caracterizado por hacer cualquier cosa por lucir mucho más jóvenes de lo que son.
Esto es un padecimiento que tiene el nombre formal de midorexia, utilizado por primera vez en un reportaje de Shane Watson en 2016.
Algunos especialistas lo consideran un trastorno de la conducta, pues en cada etapa de la vida el comportamiento debe ser distinto, no solo en la madurez.
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Las principales características de estas personas es que buscan actuar como jóvenes, se ejercitan en exceso para aparentar menos años, se someten a dietas, usan productos milagro rejuvenecedores o incluso se someten a tratamientos o cirugías estéticas.
Además, estas personas son fans de la tecnología y redes sociales, pues estas también les dan la sensación de ser más jóvenes; sin embargo, la realidad es que están atravesando por una crisis existencial, que en caso de no atenderse podría terminar en depresión.
Según expertos, la obsesión por la eterna juventud suele presentarse alrededor de los 40 años. Esto puede ocurrir por alguna situación impactante en la vida personal, por presiones sociales, estándares que la sociedad ha implantado o por algún objetivo de vida no cumplido exitosamente.
Este problema podría agravarse cuando se afecta a los hijos, pues algunos padres podrían llegar a competir con ellos; comienzan a tener ciertos comportamientos parecidos a ellos y tratan de sobresalir, especialmente físicamente.
Lo más importante es aceptar y vivir cada etapa de la vida, su alguien reconoce padecer este trastorno debe tratar de resolverlo, así conseguirá una vida más tranquila y sin frustraciones.