Japón reanudó la caza comercial de ballenas en sus aguas territoriales y zona económica, tras más de 30 años de prohibición. Desde el 1 de julio varios barcos balleneros zarparon desde el puerto de Shimonoseki, en la costa oriental de Japón.
La tripulación fue despedida por vecinos, autoridades locales y nacionales, incluso, organizaron una ceremonia para desear suerte a los pescadores.
Así también ocurrió cuando otras cinco naves levaron anclas al mismo tiempo en Kushiro, en la isla septentrional de Hokkaido.
1986 la caza comercial de ballenas fue prohibida bajo una moratoria emitida por la Comisión Ballenera Internacional (CBI), sin embargo, Japón anunció su retiro de la organización en diciembre de 2018.
Rápidamente provocó molestia en la comunidad internacional, así fue como la agencia de pesca de Japón señaló que participarán en prácticas sostenibles mientras cazan ballenas.
Además, sostienen que fijarán límites de capturas con el objetivo de garantizar “el uso sostenible de recursos marinos” y conforme a “criterios científicos”, según dijeron hoy altos funcionarios gubernamentales en una rueda de prensa.
Japón considera la caza de ballenas como “parte de su tradición y de su historia”, específicamente en las zonas costeras, dicha actividad se ha practicado durante generaciones y es de gran importancia para la subsistencia de sus habitantes.
De acuerdo con el gobierno, capturaran en total 227 ballenas en un periodo del 1 de julio al 31 de diciembre.
- Serán 52 ballenas Minke
- 150 ballenas Bryde
- 25 ballenas Sei
Sin embargo, cada año Japón caza entre 200 y mil 200 ballenas cada año.