Cualquier tipo de alcohol puede perjudicar la salud si se consume en exceso, sin embargo, existe importantes diferencias entre los efectos de los licores claros y oscuros.
Todas las bebidas destiladas comienzan con un color claro o transparente. A medida que envejecen en barriles se fermentan y su color oscurece.
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De igual forma, durante ese tiempo el licor absorbe algunas de las sustancias que están presentes en el contenedor que lo resguarda.
Es por ello que el alcohol oscuro suele tener más efectos secundarios por los componentes e impurezas que obtiene durante su proceso de producción.
Esto genera también varios químicos que suelen darle sabor a cada tipo de alcohol oscuro y que también influyen en cómo te sientes.
La principal afectación son dolores de cabeza; el metanol es uno de los químicos que se produce, este en el cuerpo se descompone en las toxinas formaldehído y ácido fórmico, que puede empeorar la resaca.
Algunos estudios han comprobado que el color de la bebida si afecta en el nivel de resaca que se experimenta.
Cuando se metaboliza el metanol se produce el químico acetaldehído, el cual es más tóxico que el mismo alcohol. Esto no quiere decir que no sea seguro de consumir, pero debe hacerse con moderación.
Otros elementos que contribuyen al sabor del alcohol son la levadura, los taninos y sulfatos. Estos podrían considerarse impurezas, por lo que hay personas sensibles a ellos.
No todo es tan malo, el alcohol oscuro también tiene beneficios
Sin embargo, existen otras sustancias, como el butanol presente en el whisky, que tiene una función protectora para el revestimiento del estómago.
El alcohol oscuro puede tener más antioxidantes; un ejemplo de ello es el vino tinto, del cual hay numerosos estudios que han comprado sus beneficios en la salud.
Hay que recordar que estas cuestiones tampoco son una ley, pues los efectos de las bebidas alcohólicas dependen también de cada cuerpo y organismo.