La automotriz alemana Volkswagen (VW) ordenó a sus distribuidores en Estados Unidos suspender la venta de los nuevos vehículos equipados con transmisión automática y su motor más común de 1.8 litros.
La empresa alertó que esos automóviles presentan un riesgo de fuga en el sistema de enfriamiento de aceite de la transmisión.
La orden de frenar la venta de los automóviles, producidos después del 1 de febrero de 2014, fue enviada el martes a las agencias distribuidoras y difundida este miércoles por el portal especializado en la industria automotriz, Automotive News.
VW comenzó a fabricar el motor de cuatro cilindros con turbocompresor en 2013 en su planta de Silao, en el estado mexicano de Guanajuato, con el objetivo de que su economía de combustible ayudaría a la compañía a expandir las ventas en Estados Unidos.
A partir del modelo 2014, el motor era la base en los automóviles de fabricación estadounidense Passat sedan y en el modelo Beetle, o escarabajo, hecho en México, además de estar disponible en el Jetta fabricado también en México.
Automotive News indicó que la orden de detener las ventas marca un retroceso en el impulso continuo que realiza la automotriz alemana para localizar la producción de partes en Norteamérica.
Sin embargo, la empresa aún no ha informado a sus concesionarios el número de vehículos afectados por la orden de suspensión de la venta.