La plataforma multinacional automotriz de origen alemán de anuncios clasificados de autos, Carmudi, elabora un estudio de las posibles consecuencias que vendrán progresivamente para el fabricante alemán Volkswagen tras el descubrimiento de la manipulación de los datos de emisiones contaminantes de sus vehículos en el mercado norteamericano.
De inicio, que las acciones de la compañía alemana en Bolsa se han desplomado cerca de un 30%, convirtiendo esta crisis en una de las peores en su historia y provocando la pérdida de aproximadamente 15,600 millones de dólares en su valor en el mercado.
Sin embargo hay que recordar que Volkswagen no es la única empresa automotriz que ha vivido crisis financieras de gran calibre en los últimos años. Las grandes crisis de la industria comenzaron vinieron con el año 2000, en el que en Estados Unidos apareció el caso Ford-Firestone, donde el uso de las llantas defectuosas en el modelo Explorer del fabricante americano causó pérdidas a la compañía americana por valor de más de 2,100 millones de dólares además del cierre de una fábrica, así como a Firestone le supuso el pago de una multa de más de 750 millones.
Nueve años después, la crisis financiera se extendió a la economía general y Chrysler se declaró en bancarrota. Ese mismo año, General Motors se vio forzado a declarar la mayor suspensión de pagos en la historia industrial de Estados Unidos. A pesar de una deuda combinada de 255 millones de dólares, logró su liquidación por medio de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. Para rescatar este pilar de la economía estadounidense, el gobierno americano invirtió un total de 50,000 millones de dólares y se quedó el 60% de las acciones de la compañía.
En 2010 le tocó el turno a Toyota, cuando tuvo que realizar una llamada a revisión de muchos de sus modelos por un fallo en el acelerador. Este proceso le costó más de 25.000 millones de dólares en Bolsa y multas de hasta 1.2 billones del Departamento de Justicia estadounidense.
Finalmente, el año pasado, General Motors experimentó otra crisis cuando sus vehículos presentaron problemas de ignición, costando a la empresa hasta 625 millones de dólares en indemnizaciones, 900 millones en multas y el retiro de circulación de más de 2.6 millones de autos.
En palabras de Edmundo Montaño, Director General de Carmudi en México, Volkswagen puede esperar multas de hasta 18 billones de dólares, que se sumarían a las pérdidas que ya han sufrido en su valor de mercado. Sin embargo, esta crisis marcará un precedente ya que las verdaderas consecuencias se verán reflejadas en la industria entera. La caída del precio de las acciones de diversas empresas automotrices durante la semana pasada sugieren una desconfianza generalizada. De hecho, muchos expertos creen que Volkswagen no es la única empresa que ha manipulado datos.
Buscando el punto de vista positivo, encontramos que el daño general a la reputación de los motores diésel y de combustión interna fomentará probablemente un desarrollo acelerado del automóvil eléctrico. Una pista de este cambio se ha visto reflejado durante la semana pasada, en la que se incrementó en un 5% el precio de las acciones de Tesla, el fabricante estadounidense de vehículos exclusivamente eléctricos.