Rolls-Royce destaca que el desarrollo del nuevo Dawn tenía el objetivo de lograr que los asientos traseros fueran espaciosos y cómodos, con el fin de responder a una demanda que no se estaba satisfaciendo en el segmento de los descapotables de lujo.
La marca británica indicó que el nuevo Dawn “no es un Wraith descapotable”, ya que el 80% de los paneles de la carrocería de este automóvil se han diseñado de nuevo. Este coche tiene una longitud exterior de 5,28 metros y un volumen de maletero de 244 litros con la capota bajada.
El nuevo Rolls Dawan destaca por unas enormes llantas pulidas de 21 pulgadas y su rejilla delantera está empotrada 45 milímetros en comparación con el Wraith. En el interior, se presentan cuatro asientos separados y unos materiales de alta calidad, como por ejemplo, la cubierta de madera que cubre la capota cuando ésta queda alojado bajo la tapa del maletero.
Y hablando de capota, ésta es de tela, tiene un accionamiento automático que tarda en completar la maniobrar de descubrir al Dawn 22 segundos y puede realizarse en movimiento, a velocidades no superiores a 50 km/h.
Como elementos de equipamiento, el último descapotable de Rolls-Royce incorpora una sistema de sonido Bespoke Audio especialmente adaptado a este modelo y que dispone de 16 altavoces, así como de un tablero táctil, de un sistema de control de crucero automático o de nuevo software del radar y de la cámara. Entre las novedades de este coche también destacan la transmisión asistida por satélite o la tecnología luminosa adaptable.
Por último, el Rolls-Royce Dawn monta una motorización de gasolina V12 de 6.6 litros de inyección directa y doble turbocompresor que desarrolla una potencia de 563 hp, que permite al coche alcanzar una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora y acelerar de 0 a 62 mph por hora en 4,9 segundos. El consumo de combustible de este vehículo en ciclo combinado se sitúa en 14,2 litros por cada cien kilómetros recorridos y sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) alcanzan los 330 gramos por cada kilómetro.