Matthias Müller, presidente de Volkswagen, ha anunciado cinco pasos clave en los que se basará la reorganización de la multinacional germana tras el caso del software que alteraba las emisiones de algunos motores diésel.
El directivo señaló que entre las prioridades a las que se enfrenta la empresa se encuentra el transformar el plan estratégico actual que estaba implementando, y que finalizaba en 2018, en uno nuevo hasta 2025.
En este sentido, explicó que el objetivo no es vender 100.000 vehículos más o menos que su principal competidor, sino que la meta es lograr un crecimiento cualitativo y señaló que las claves de esta nueva estrategia se darán a conocer durante el próximo año.
Entre las prioridades presentadas por Müller también destaca la de introducir nuevas estructuras en el grupo, de forma que ahora la dirección se descentralizará, dando más independencia a las marcas y a las regiones y aumentando las sinergias y las estrategias cruzadas entre firmas.
También señaló que se revisará la cartera actual de productos del consorcio para analizar su contribución a la compañía.
Por otro lado, el presidente de la corporación apuntó que su principal prioridad es dar soporte a los clientes afectados por el caso del diésel y afirmó que éstos están en el centro de todo lo que hacen los empleados.