Existen mil y un remedios milagrosos en la sociedad para burlar al alcoholímetro. Muchos de ellos rozan lo ridículo y muestran la desesperación en la que caemos cuando tomamos y no queremos caer ante la ley.
Antes de darle la razón o desacreditar por completo estas opciones, tenemos que mencionar que cada cuerpo tiene una resistencia diferente ante el alcohol, que varía dependiendo factores como peso, altura, edad o simplemente la experiencia previa con estas bebidas.
El único método 100% seguro para asegurar un regreso seguro a casa, no involucra remedios espirituosos o comidas afrodisíacas, sino más bien no beber o designar algún conductor dentro del grupo. Los mitos más frecuentes para evitar al alcoholímetro son:
- Mastica canela, menta o clavo.
- Sopla lentamente cuando hagas la prueba.
- Café bien cargado.
- Comer con mucho picante.
- Hielo en los genitales.
- Baño con agua fría.
- Forzar el vómito.
- Comer césped o pasta de dientes.
- Chupar batería de litio.
- Tomar mineral con limón.
- Dormir durante una hora antes de tomar el volante.
- Ingerir alimentos con mucha azúcar.