Las declaraciones engañosas de Toyota presentaron un “panorama reprobable de falta de ética corporativa” ya que no protegió adecuadamente a los consumidores de una inesperada aceleración de sus vehículos, dijo el jueves un juez, quien no obstante aprobó un acuerdo que permite a la compañía japonesa no ser enjuiciada al pagar una multa de 1.200 millones de dólares.
El juez federal William H. Pauley III dijo que el caso mostró que el fraude corporativo puede matar. Instó además a fiscales federales a continuar persiguiendo judicialmente a individuos responsables por las acciones de la empresa después que un problema de aceleración originado por el mal ajuste de un tapete atrajo la atención de la opinión pública en 2009 cuando una familia de cuatro miembros murió en un choque en San Diego.
El Departamento de Justicia anunció el miércoles el acuerdo para aplazar el proceso, y dijo que la compañía aseguró al público y a las autoridades que había atendido adecuadamente el problema a través del llamado a revisión de ciertos modelos cuando supo a tiempo que otros modelos susceptibles de la misma falla de seguridad no habían sido retirados para su reparación.
El secretario de Justicia Eric Holder señaló el miércoles en una conferencia de prensa en Washington que Toyota manejó el asunto “como si fuera simplemente un problema de relaciones públicas”.
En una audiencia efectuada el jueves en Nueva York, donde se presentó un cargo por fraude contra la compañía, el juez Pauley aceptó suspender el caso hasta el 20 de marzo de 2017, a solicitud de los fiscales, quienes retirarían la acusación si la empresa cumple los términos del acuerdo, el cual incluye el pago de la sanción y designar a un supervisor que revise políticas, prácticas y procedimientos.
“Espero sinceramente que éste no sea el final, sino apenas el principio, para buscar que paguen por su responsabilidad esos individuos por tomar esas decisiones”, agregó el juez.
Toyota dijo en documentos presentados a la corte en diciembre que está en negociaciones para arreglos en aproximadamente 400 demandas presentadas en Estados Unidos por muerte o lesiones por negligencia. Muchas de las acciones jurídicas han sido consolidadas en cortes estatales y federales de California, aunque un jurado en Oklahoma adjudicó una indemnización de tres millones de dólares por daños y perjuicios a un conductor de un Camry modelo 2005 que resultó lesionado y a la familia de un pasajero que falleció.
El representante de Toyota Corp. en la corte el jueves fue Christopher Reynolds, abogado general de su subsidiaria en Norteamérica, quien se negó a hacer comentarios luego de la audiencia.