Siempre se ha dicho que los polos opuestos se atraen, y en este caso sobre un Polo, el del Mundial de Rallyes. Han disfrutado juntos al volante el Campeón del Mundo de Rallyes de la FIA WRC, Sébastien Ogier, y el Campeón del Mundo de Ajedrez, el noruego Magnus Carlsen.
En un completo viaje a Wolfsburg, la ciudad alemana sede de Volkswagen, el genio mundial del ajedrez, el número uno más joven de la historia de este deporte, se puso el mono de competición e hizo de copiloto de Ogier. Pero esta no fue la única experiencia que vivió Carlsen, gran aficionado al automovilismo.
Primero experimentó lo que supone dar una vuelta al circuito de pruebas secreto de Volkswagen en Ehra-Lessien en un Lamborghini Aventador, de copiloto del piloto oficial de la marca italiana en manos del grupo alemán, Michal Kutina. Tras la vuelta con este auto superdeportivo de 700 cv, el genio del ajedrez se subió en el Volkswagen Polo R WRC con Ogier, donde el bicampeón del mundo no sólo le mostró su día a día en su puesto de trabajo y lo que hacen en las jornadas de test, sino que también le enseñó a pilotar al límite y cruzar un coche de rallyes.
Carlsen quedó fascinado con el Polo R WRC y con Ogier: es fantástico como Sébastien pilota su coche y lo cruza en cada curva, explicó el noruego de 24 años. El ajedrez y los rallyes tienen más en común de lo que nos imaginamos. Am,bos requieren la máxima concentración y precisión. Y siempre hay que ir pensando dos pasos por delante.
Tras esta impresionante prueba, Carlsen visitó el Autostadt en Wolfsburg y estampó su rúbrica en el libro de visitas del museo y del parque de atracciones del Grupo Volkswagen.
Quedé encantado de conocer a Magnus, explicó Ogier. Es una gran persona y tiene una personalidad muy interesante. Co0mo Campeón del Mundo de Ajedrez, lógicamente tiene una memoria increíble. Es una locura lo que Magnus puede llegar a pensar y memorizar. En el coche me di cuenta de que en realidad se lo pasó bien. Apuesto a que podría cantar las notas de los tramos después de los reconocimientos sin tener que mirarlas en ningún momento.
Siempre se ha dicho que los polos opuestos se atraen, y en este caso sobre un Polo, el del Mundial de Rallyes. Han disfrutado juntos al volante el Campeón del Mundo de Rallyes de la FIA WRC, Sébastien Ogier, y el Campeón del Mundo de Ajedrez, el noruego Magnus Carlsen.
En un completo viaje a Wolfsburg, la ciudad alemana sede de Volkswagen, el genio mundial del ajedrez, el número uno más joven de la historia de este deporte, se puso el mono de competición e hizo de copiloto de Ogier. Pero esta no fue la única experiencia que vivió Carlsen, gran aficionado al automovilismo.
Primero experimentó lo que supone dar una vuelta al circuito de pruebas secreto de Volkswagen en Ehra-Lessien en un Lamborghini Aventador, de copiloto del piloto oficial de la marca italiana en manos del grupo alemán, Michal Kutina. Tras la vuelta con este superdeportivo de 700 cv, el genio del ajedrez se subió en el Volkswagen Polo R WRC con Ogier, donde el bicampeón del mundo no sólo le mostró su día a día en su puesto de trabajo y lo que hacen en las jornadas de test, sino que también le enseñó a pilotar al límite y cruzar un coche de rallyes.
Después de la vuelta con este súper deportivo de 700 CV, el genio del ajedrez se subió en el Volkswagen Polo R WRC con Ogier. El bicampeón del mundo de rallyes no sólo mostró a Carlsen como es su puesto de trabajo y lo que se hace en una jornada de test, sino que también le enseñó a pilotar y a cruzar un coche de rallyes.
Carlsen quedó fascinado con el Polo R WRC y con Ogier: es fantástico como Sébastien pilota su coche y lo cruza en cada curva, explicó el noruego de 24 años. El ajedrez y los rallyes tienen más en común de lo que nos imaginamos. Am,bos requieren la máxima concentración y precisión. Y siempre hay que ir pensando dos pasos por delante.
Tras esta impresionante prueba, Carlsen visitó el Autostadt en Wolfsburg y estampó su rúbrica en el libro de visitas del museo y del parque de atracciones del Grupo Volkswagen.
Quedé encantado de conocer a Magnus, explicó Ogier. Es una gran persona y tiene una personalidad muy interesante. Co0mo Campeón del Mundo de Ajedrez, lógicamente tiene una memoria increíble. Es una locura lo que Magnus puede llegar a pensar y memorizar. En el coche me di cuenta de que en realidad se lo pasó bien. Apuesto a que podría cantar las notas de los tramos después de los reconocimientos sin tener que mirarlas en ningún momento.
Siempre se ha dicho que los polos opuestos se atraen, y en este caso sobre un Polo, el del Mundial de Rallyes. Han disfrutado juntos al volante el Campeón del Mundo de Rallyes de la FIA WRC, Sébastien Ogier, y el Campeón del Mundo de Ajedrez, el noruego Magnus Carlsen.
En un completo viaje a Wolfsburg, la ciudad alemana sede de Volkswagen, el genio mundial del ajedrez, el número uno más joven de la historia de este deporte, se puso el mono de competición e hizo de copiloto de Ogier. Pero esta no fue la única experiencia que vivió Carlsen, gran aficionado al automovilismo.
Primero experimentó lo que supone dar una vuelta al circuito de pruebas secreto de Volkswagen en Ehra-Lessien en un Lamborghini Aventador, de copiloto del piloto oficial de la marca italiana en manos del grupo alemán, Michal Kutina. Tras la vuelta con este superdeportivo de 700 cv, el genio del ajedrez se subió en el Volkswagen Polo R WRC con Ogier, donde el bicampeón del mundo no sólo le mostró su día a día en su puesto de trabajo y lo que hacen en las jornadas de test, sino que también le enseñó a pilotar al límite y cruzar un coche de rallyes.
Después de la vuelta con este súper deportivo de 700 CV, el genio del ajedrez se subió en el Volkswagen Polo R WRC con Ogier. El bicampeón del mundo de rallyes no sólo mostró a Carlsen como es su puesto de trabajo y lo que se hace en una jornada de test, sino que también le enseñó a pilotar y a cruzar un coche de rallyes.
Carlsen quedó fascinado con el Polo R WRC y con Ogier: es fantástico como Sébastien pilota su coche y lo cruza en cada curva, explicó el noruego de 24 años. El ajedrez y los rallyes tienen más en común de lo que nos imaginamos. Am,bos requieren la máxima concentración y precisión. Y siempre hay que ir pensando dos pasos por delante.
Tras esta impresionante prueba, Carlsen visitó el Autostadt en Wolfsburg y estampó su rúbrica en el libro de visitas del museo y del parque de atracciones del Grupo Volkswagen.
Quedé encantado de conocer a Magnus, explicó Ogier. Es una gran persona y tiene una personalidad muy interesante. Co0mo Campeón del Mundo de Ajedrez, lógicamente tiene una memoria increíble. Es una locura lo que Magnus puede llegar a pensar y memorizar. En el coche me di cuenta de que en realidad se lo pasó bien. Apuesto a que podría cantar las notas de los tramos después de los reconocimientos sin tener que mirarlas en ningún momento.