El termostato es una parte pequeña que se ubica bajo el capó de nuestro auto, pero que tiene una gran importancia en su funcionamiento. Gracias a este pequeño artefacto se puede evitar que la unidad caliente más de lo normal.
Cuando la temperatura del motor sube más de lo normal muchos mecánicos piden que se compre otra de estas piezas casi sin pensarlo. Desafortunadamente no siempre es necesario y además es bastante costoso.
El funcionamiento de la pieza hace que el agua que se encuentre caliente pase para que sea enfriada y regrese el motor a temperatura normal. Para eso el termostato se convierte en la puerta que indica el momento en el que el agua debe pasar y cuando no.
Existe un fácil proceso para probar el termostato sin necesidad de gastar un solo centavo. Para realizarlo desde tu casa solo necesitas guantes, anteojos protectores, agua hirviendo, una olla y pinzas.
Hierve el agua y coloca con mucho cuidado la pieza dentro del mismo. Espera por lo menos tres minutos y retíralo con las pinzas para ver si abrió la ranura que se encuentra en medio de la misma.
Luego limpia todos los utensilios cuidadosamente y coloca el termostato en su lugar.