Cuando vamos a comprar un auto usado regularmente nos ponemos a pensar en el estado de la carrocería, pintura, equipo de sonido y otros accesorios. Pero sin darnos cuenta estamos dejando de lado a uno de los componentes más importantes del mismo, el motor.
Cuando compramos un auto usado de alguna manera sabemos que tendremos que hace una pequeña inversión para dejarlo como nosotros queremos. Pero por ninguna razón este desembolso debe ir para arreglar el motor, ya que como primer punto nunca será barato y tampoco seguro que los problemas se arreglen.
Uno de los primeros aspectos que deben ser revisados en un carro son las compresiones. Existen herramientas pequeñas que sirven para medirlas y de esa manera detectar si la unidad tiene la fuerza necesaria para seguir trabajando. De no estar 100% seguro de la manera correcta en la que se hace este procedimiento es mejor llevarlo a un taller especializado.
El overhaul nunca es la mejor opción cuando de compra de autos se trata. Es mejor comprar la unidad que no se ha tocado, pero para reconocer si el motor fue modificado si se tiene que llevar necesariamente a un taller.
Las tuberías y espacios huecos del motor también nos pueden dar información importante sobre el estado actual del propulsor. El exceso de aceite o manchas del mismo no son buenas señales sobre el buen rendimiento.
Al encender el motor de un auto el ritmo del mismo no debe dar pequeños saltos o momentos muertos. De lo contrario todo apunta a que la capacidad del mismo está cada vez más cerca del final.
Así que si no quieres tener que pagar grandes cantidades de dinero en reparaciones y tener muchos dolores de cabeza, la próxima vez que compres un auto usado abre el capó del automotor.