La mayoría de motos tienen el motor expuesto a la superficie. Por esta razón es normal que se ensucie y se adhieran al mismo agentes como polvo, aceite, animales u otros que se pueden encontrar en el camino.
Lavar el propulsor tiene dos fines principales. Siendo el primero de estos cuidar la estética, de nada servirá si que el volante y costados de la motocicleta se encuentran relucientes, si al bajar la mirada encontraremos un nido de suciedad.
La segunda razón (y puede ser la más importante) es evitar que los residuos intervengan con el funcionamiento normal del motor. Corrosión en las partes metálicas, obstrucción de entradas de aire, daño a las mangueras, son los problemas más comunes que se dan al no limpiar el motor de una moto.
Los pasos para lavar el motor de una moto son:
- Dejar que el motor se encuentre completamente frío.
- Tapar con plásticos y adhesivos los componentes eléctricos.
- Aplicar cualquier líquido desengrasante y dejarlo reposar por cinco minutos.
- Utilizar un cepillo de cerdas duras para retirar los excesos de grasa.
- Utilizar una manguera de alta presión para lavar.
- Usar un trapo para enjuagar y el resto se secará con el sol.
Es importante no utilizar la moto de nuevo si se encuentra mojada.