La compra de llantas para el carro es tan importante como el mantenimiento del motor o el radiador. Además, una mala decisión o descuido, puede ser igual a tirar el dinero y ser estafado.
Lo primero que debes recordar es que no hay que esperar a que las llantas estén completamente lisas, tampoco con los alambres de fuera. Basta solamente con notar el desgaste excesivo en la superficie para aplicar el cambio.
Recuerda que cada auto necesita llantas diferentes. Informarse sobre cual es la que más necesita es vital, ya que si adquieres una más grande o pequeña, se creará mayor fricción en una de ellas, provocando que se deterioren más rápido.
Revisa cuidadosamente que el neumático no tenga elevaciones o partes más blandas. Esta es una de las principales razones por las que la dirección de los autos deja de ser estable y pareja, por lo que te recomendamos que te tomes tu tiempo antes de elegir.
Además, recuerda que la llanta es la principal fuente de impacto del auto con la superficie. Por lo tanto, debes tener un producto de calidad, si estás en las posibilidades económicas compra artículos de primera mano y de marcas reconocidas. Si no lo estás, inspecciona cada parte de neumático y si no estás satisfecho, acércate a otro lugar.
Por último, si compras una llanta que se encuentra en mejor estado que los que tienes actualmente, úsalos adelante, luego de un par de meses puedes rotarlos hacia atrás, para que el desgaste sea parejo.