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Un error común cuando comenzamos a conducir, es forzar el sistema de frenos de nuestro automóvil. Al principio no tendrá ninguna consecuencia, pero a la larga traerá consigo varios inconvenientes que pueden llegar a provocar accidentes.
Ya que el auto frena por fricción, mientras más la usemos, estamos expuestos a se produzca el desgaste de dicho sistema. Para evitarlo, frenar con motor es la mejor solución, especialmente si te encuentras en alguna pendiente o zona de tráfico denso ¿Cómo hacerlo? La respuesta es sencilla: cuando te encuentras en marcha normal, basta con dejar de pisar el acelerador, bajar una velocidad y soltar el embrague. El motor empezará a hacer el trabajo y tus frenos tendrán larga vida.